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El esfuerzo, las capacidades, las habilidades y las aptitudes no son los únicos factores que determinan el desarrollo formativo de los estudiantes. Desafortunadamente ha entrado en juego un aspecto que cada vez afecta más a los jóvenes de hoy en día: el entorno socioeconómico. Estudiar en una región u otra o incluso en diferentes barrios puede abrir una brecha insalvable para muchos alumnos y alumnas de España. En los lugares con menor renta, el gasto privado en educación es mucho menor, el porcentaje de alumnos en entornos desfavorables es mayor y, de esta forma, aumentan los retrasos y los abandonos tempranos.